La reserva de óvulos con la que contamos es limitada al momento de nacer. Venimos al mundo con el número de ovocitos que se van a usar durante el resto de la vida, y es importante hacer un buen uso de este grupo de preciados gametos.
Pero hoy día no es como hace años atrás cuando las mujeres decidían comenzar a procrear jóvenes. Eso ha cambiado mucho. Hoy día encontramos a un elevado número de mujeres que desean convertirse en madres luego de los 40 incluso. El problema es el reloj bológico.
Reproductivamente hablando, el organismo va usando los mejores ovocitos mensualmente durante los primeros años reproductivos, y lo que nos queda son los que no tienen muy buena calidad o vienen con mas chances de alteraciones genéticas. Esos comienzan a salir luego de los 35 años de edad, cuando el reloj biológico comienza a avisar que reproductivamente estamos trabajando contra reloj.
Todas las investigaciones que se han realizado con respecto a la reserva ovárica han concluído que los 35 años es la edad donde el reloj biológico comienza a dar aviso, los 37 ya vienen con alarmas y luego de los 40 estamos en tiempo prestado.
La reserva ovárica se mide mediante test de la hormona antimulleriana y el contaje de folículos antrales en los ovarios usando ultrasonido. Esto ayudado con tests hormonales que nos hablan de como está la sincronicidad hormonal.
