La historia de Adam (Un adelanto del libro de Adam)

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Si pudiera manifestar todos los sentimientos que me producen el escribir este artículo en especial no sería posible describirlos todos porque la mayoría son realmente indescriptibles. Por lo que deseo comenzar con una historia que comenzó siendo triste y que se transformó en una de las historias mas hermosas que haya conocido.

 

Durante muchos años de mi vida luché arduamente para llegar a donde llegué finalmente, con mucho esfuerzo y dedicación logré realizar mis sueños de convertirme en una profesional de calidad. Los años pasaban y yo cada vez me enfocaba mas y mas en llegar a mis metas, y una vez logradas me establecía una próxima meta. Así pasaron mis años, y créanme que pasan rápido y no nos damos cuenta. El tiempo realmente volaba. Jamás sentí la necesidad de tomar el camino de ser madre o de intentar establecer una relación seria porque la verdad no creía que era posible tenerlo todo. Me parecían cuentos de hadas en los que yo soñaba y cundo veía la realidad a mi alrededor sentía que no era posible que existiera el tenerlo todo.

 

Sufrí realmente, y hago énfasis en la palabra “sufrir” porque es la palabra que realmente caracteriza el sentimiento que sentía cuando era engañada, usada y manipulada por personas y situaciones que en nada me favorecían. Era realmente una tras otra decepción. Incluso mis propios amigos llegaron a traicionarme en ocasiones.

 

Puede decirse que “aprendí a vivir” una vida fría, vacía y sin un verdadero sentido mas que el de tener la infinita gratitud de contar con una hermosa familia unida como la que tengo. Sin ellos realmente no hubiese llegado adonde he llegado.

 

Luego de todos estos sentimientos de tristeza y vacío vino una ventana de oportunidad que sé que de no haberla cruzado probablemente se hubiese cerrado para abrirse de otra forma, en otro lugar o en otro tiempo quizás. Victor llegó a mi vida y me enseño que el amor de pareja existe, que el respeto mutuo existe, y que la comunicación y la tolerancia son pilares fundamentales en una relación. El es mi razón de ser y mi impulso diario para seguir adelante. Y estoy segura que vinimos juntos a esta vida, nos iremos juntos, y seguiremos viniendo juntos en muchas otras vidas.

 

A pesar de toda esa felicidad yo tenía un serio problema de infertilidad. Siendo yo misma una especialista en medicina reproductiva fue bastante difícil el aceptar y afrontar la situación con la valentía que tuve que producir. Victor y yo pasamos por 4 intentos de in vitro de alta complejidad, sin mencionar los incontables de baja complejidad, y cada vez el panorama empeoraba. Desarrollé envejecimiento ovárico prematuro, resistencias inmunológicas, perdí ambas trompas de Falopio, presenté alergias a las hormonas usadas en las estimulaciones ováricas, y desarrollé una muy extraña forma de alergia a la hormona del embarazo. Mi caso era lo que a veces llamamos un caso perdido. Al final logramos crear 4 embriones no de muy buena calidad, ya no podía realizarme mas intentos, y necesitaría un vientre en alquiler porque mi condición podía convertirse en un embarazo de muy alto riesgo.

 

Todo eso sucedía en mi vida y yo seguí adelante, no me rendí ni tampoco me dejé vencer por la tristeza porque el tener a Victor en mi vida era realmente suficiente para ser feliz. Y Victor me enseño que existen otros tipos de amor que, aunque jamás compensen el vacío del amor de ser padres, pueden aliviar las tristezas y vacíos. Recuerdo cuando Victor me dijo un día: “Quizás en otra vida fuimos muy pobres y vivíamos en la India y teníamos 7 hijos y juramos que en la próxima vida nos quedaríamos solos”. Sus ocurrencias realmente me hacían reír.

 

Por años aprendimos a vivir solos y a procurar llenar ese vacío evidente con mucho amor. A eso nos dedicamos. El amor fue siempre un componente primordial en nuestras vidas, y yo decidí trabajar menos y dedicarle mas tiempo a mi relación personal conmigo misma y con Victor. Decidí emprender un viaje muy largo de auto-conocimiento y búsqueda de mi propia identidad que tanto sufrió durante años por tantas tempestades, y mi viaje comenzó un día en que me propuse no terminarlo hasta sentirme totalmente satisfecha de que ya me había encontrado, que había evolucionado mucho mas como ser humano, y que aprendería a respetar la vida y a la Madre Naturaleza con todo lo que implica vivir una vida como un Ser de Luz.

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Durante mi viaje conocí a seres maravillosos, vi lugares increíbles llenos de mucho amor y paz, sentí cosas que nunca antes había sentido y ni siquiera sabía que existían, me llené de paz, de amor, de entendimiento, y aprendí que las cosas materiales jamás llenan lo que verdaderamente se necesita para crecer como ser humano, que el ego es nuestro enemigo con el que nacemos para recordarnos que venimos con una misión en la vida, y que nuestra mente es el comandante supremo de todo lo que sucede en nuestro organismo. Realicé mis certificaciones de Reiki, de Yoga y de Hipnosis, con la plena confianza de que ese era el camino correcto a seguir, y lo fue. El nivel de crecimiento fue enorme.

 

En el mes de Enero 2016 comencé a sufrir de un problema estomacal que terminó siendo ocasionado por la vesícula biliar. Requerí de muchos exámenes y evaluaciones, incluyendo valoraciones de Rx que tomaban horas; al final el diagnóstico de la medicina moderna indicó que necesitaba operarme y removerme la vesícula. Sin embargo, mi ser interno decidió auto-curarse usando Reiki y técnicas de Yoga. En días maravillosamente todos los síntomas se esfumaron, y dentro de mi estaban sucediendo eventos maravillosos que mas tarde me mostrarían que la Madre Naturaleza es sabia y sabe exactamente como trabajar sin la interferencia de nadie ni de nada.

 

En dos meses llegaría a descubrir que dentro de mi se gestaba un maravilloso Ser de Luz que decidió venir a este mundo gracias a la genialidad de mi cuerpo humano (la historia es mas extendida en la versión del libro de Adam-próximo en salir). Cuando por primera vez descubrí que dentro de mi se creaba un Ser tan perfecto y con la meticulosidad genética que requiere, mis conocimientos de la ciencia y de la medicina moderna siguieron cayendo en picada ya que, era científica y médicamente imposible que esto sucediera y de la forma en que sucedió.

 

Durante las 41 semanas y media de mi embarazo no necesité medicamentos, ni hormonas, ni vitaminas, absolutamente nada. Mi alimentación fue perfecta sin ningún tipo de deseos de comidas procesadas o grasosas. Siempre me alimenté muy bien, me mantenía haciendo ejercicios (corría, Yoga, natación, pilates). No dejé de trabajar ni de mantenerme activa y Adam crecía fuerte y sano cada día mas. Decidí olvidarme de mitos, ni dejar de escuchar a cualquier persona que me dijera que debía cuidarme porque algo podría sucederme. Me alejé de todo lo negativo y me rodeaba de personas positivas y que apoyaran todas mis actividades. Mi mama (mi pilar mas fundamental en mi vida) se mantuvo conmigo en cada paso de mi viaje y me aseguraba que todo iba a salir bien cuando, en ocasiones, me asustaba un poco por todo lo que estaba viviendo. De alguna manera me parecía mentira el ser tan feliz y haber logrado un embarazo sano y que nada malo sucediera. Ella me hizo ver que yo me merecía eso y mucho mas aún.

 

Adam nació muy sano, es un hermoso bebe feliz, activo, y con los sentimientos mas nobles que haya conocido en un ser tan pequeño y tan nuevo en el mundo.

 

Quiero compartir este pedacito de mi historia para todas aquellas mujeres que estén viviendo momentos difíciles en sus vidas y que sientan que todo está perdido. No todo está perdido, siempre hay una forma de lograrlo, pero la forma no es fácil y el camino puede tornarse difícil y complejo, pero por eso es el camino correcto, porque es complejo y difícil. Cada una de ustedes puede lograrlo, hay formas y personas en su camino que pueden ayudarlas si realmente confían. Entiendan que si creen en su ser interior, en su inagotable fuente de energía y en su mente que es capaz de crear y destruir, van a lograr lo que tanto desean. Esta es una larga historia en mi vida que he querido condensar para mostrarles que esa Luz al final del túnel es maravillosa y que estos seres de Luz que están viniendo al mundo vienen cargados con puro amor y vienen con una misión que impactará nuestras vidas.

 

El es Adam Lucas, el amor mas grande que he tenido en mi vida, aún cuando pensaba que el amor hacia mi familia, mi mama, mi esposo Victor, mis amigos era suficiente. Este es un amor como ningún otro, y todas tenemos el derecho de vivirlo.

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